miércoles, 6 de octubre de 2010

palabras para reciclar

Hoy es uno de esos dias que no te quedan fuerzas, que no sabes de donde vienes ni adonde vas, que te preguntas que coño esta pasando. Y si te ha merecido la pena gastar tus energías para llegar hasta donde has llegado, que es al fin y al cabo un callejón sin salida. No queda más remedio que retroceder para buscar el camino correcto, ese que te lleva a lo que algunos dicen que es la "felicidad", pero que yo no estoy tan segura de que exista. Cada uno es feliz cuando quiere serlo. Cada persona dirige su vida de una manera, pero ignorando lo que persiguen, lo que quieren realmente. ¿Qué quieres tú? ¿A qué aspiras en la vida? ¿Qué darías por encontrar la felicidad? Yo no daría nada. Sé lo que quiero, y sé a lo que aspiro: a ser feliz. Pero no daría nada por encontrar la felicidad por que sé que está dentro de cada uno de nosotros. Sólo hay que saber buscar dentro de tí mismo, y eso ya es un espacio muy reducido. Si tú quieres ser feliz, no va a existir nadie en el mundo que impida que lo seas. La batalla principal para conseguir la felicidad es solo entre tu cabeza y tu corazón. Y solo vas a poder ser feliz si quedan en tablas. Nada es eterno, ni lo bueno ni lo malo. Todo son ciclos. Y la felicidad consiste en saber superarlos sin tener que pensar en otro momento que no sea ese mismo instante. Porque no se vive ni de recuerdos ni de ilusiones, sino del momento. Y lo peor es que tú eres a la vez un recuerdo y una ilusión, pero no estás en este momento.

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